
Filosofía del Taekwon-Do
En los últimos años se ha generado un resurgir de la violencia y una pérdida de moralidad en las personas debido a la frustración, pérdida de las ilusiones y la búsqueda de valores en un mundo apagado, absurdo, materialista y en decadencia. En la sociedad actual existe la tendencia de "el más fuerte supera al débil", dada la era de corrupción por la cual está pasando el mundo.
El objetivo supremo del Taekwon-Do es eliminar la lucha desalentando la opresión del más fuerte hacia el más débil, con una fuerza que debe ser basada en la humildad, la justicia, la sabiduría, la moralidad y la fe, permitiendo así edificar un mundo mejor y más pacífico.
La filosofía del Taekwon-Do tiene como base ética la moral y las normas espirituales, gracias a los cuales los hombres pueden vivir juntos y en armonía.
Cada Tul (forma) expresa los sentimientos y acciones de hombres valerosos, así que los estudiantes del Taekwon-Do deben reflejar las verdaderas intenciones de los que dieron su nombre a cada uno de los tules. Por lo tanto, el Taekwon-Do no puede ser utilizado con fines egoístas o agresivos y violentos, sea individualmente o en grupo. Tampoco puede ser utilizado con fines comerciales o políticos.
Principios Filosóficos del Taekwon-Do
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Tener la voluntad de progresar, aunque sea difícil avanzar, y hacer lo que vale la pena, cualquiera sean las dificultades.
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Ser gentil con el débil y duro con el fuerte.
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Contentarse con su posición económica pero nunca creer que ha llegado al límite del desarrollo de su destreza.
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Siempre acabar lo que se ha empezado.
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Ser un profesor que está a disposición de todos sin tener en cuenta religión, raza o ideología de sus alumnos.
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Nunca ceder a la represión o a las amenazas cuando se está en persecución de una noble causa.
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Enseñar la actitud y la habilidad con actos, no con palabras.
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Siempre ser uno mismo en cualquier circunstancia, aunque estas cambien.
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Ser el profesor eterno quien enseña con su cuerpo cuando es joven, con sus palabras cuando es viejo y con sus preceptos morales aún después de su muerte.